La experiencia es un grado

"Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás." François-Marie Arouet Voltaire

Durante nuestra vida académica y profesional recibimos cientos, quizás miles de órdenes sobre cosas que tenemos que hacer. Nuestro comportamiento normalmente se reduce a recibir las instrucciones de lo que se quiere de nosotros y, acto seguido lanzarnos de lleno a ello. Este método suele traducirse en que el trabajo desempeñado, en mayor o menor medida, muestre errores que podían haber sido evitados.

Prácticamente nadie antes de inmiscuirse en una actividad se para a pensar lo que se quiere hacer realmente, cuál es el objetivo para, después indagar en quién ha hecho ya eso y cómo. Lo más normal es que nuestras actividades de hoy ya hayan sido hechas en el pasado así que, algo podemos aprender de cómo se hicieron en su momento.

Hace aproximadamente unas tres semanas descubrí un post que resume esto de manera genial. Fue gracias a María José López enlazando lo que las ONGs pueden aprender de Coca-Cola.

Como siempre, nada de lo que estoy diciendo es nuevo. Los expertos en marketing llaman a esto benchmarking, es decir, aprender del mejor. Yo lo he experimentado esta misma semana en algo tan "banal" como organizar un evento. Enviar mails, confirmar personas, corroborar la información, etc. a simple vista son tareas que puede desempeñar cualquiera pero, es asombroso como con un par de preguntas a alguien con una dilatada experiencia en la materia, me aclaró y simplificó muchísimo más la tarea de lo que parecía en un principio.

Así que quien dijo que tenemos que aprender de los mayores porque la experiencia es un grado, no pudo tener más razón. Si es que el verdadero conocimiento está en lo más básico.

Simplemente marketing.

1. ¿Alguna vez has investigado quién ha hecho lo mismo que tú y cómo lo ha hecho?
2. ¿Te rodeas de gente de la que aprender cada día?
3. ¿En algún caso la experiencia no sirve de nada?

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