lunes, 9 de agosto de 2010

No prometas lo que no puedas cumplir

Hola a todos,

este post lo redacto desde la experiencia reciente con dos empresas y que me han llevado a una conclusión. Si comunicas algo que los empleados implicados desconocen, mal vamos. Volvemos al principio del blog, a mis principales conclusiones como estudiante, donde decía que lo básico marca la diferencia y hace grandes a las empresas.

Las marcas se empeñan en hacer publicidad de una manera que nada tiene que ver con lo que realmente te ofrecen. Últimamente he sufrido dos experiencias opuestas que quiero pasaros a detallar con la consiguiente lección aprendida.

Vodafone. Mala experiencia

En mi casa hace casi medio año que nos cambiamos de Movistar (más conocida como Telefónica) a Vodafone para el ADSL y las llamadas, debido a la promoción que nos comunicarón por teléfono. Todo pintaba muy bien, teníamos el doble de prestaciones y a la mitad de precio (durante un período determinado). Sin embargo, parece que la persona que comunica las promociones trabaje para otra empresa porque, nada tiene que ver con lo que finalmente nos pasó. Demasiados problemas, además graves, desde que tomamos en mi casa semejante decisión. 

Pensé que se trataba de mera estadística, que formábamos parte de ese "pequeño" porcentaje de fallos y de reclamaciones pero, nada más lejos de la realidad. Parece ser que justo lo que nos pasó, le sucede a todo mi círculo de amigos que también contrataron a Vodafone para su línea de fijo.

Tras horas durante varios días discutiendo por teléfono, hemos cortado por lo sano y volver a Movistar, quien hasta la fecha, está cumpliendo con todo lo pactado y en los plazos estipulados.


Librería Altairoca. Soy cliente fidelizado.

No hay que ser una multinacional con presupuestos millonarios para hacer cosas bien hechas. En este caso, una librería al lado de mi casa me tiene encantado. 

Recibo un trato excelente, cada vez que voy (en el último mes llevo cuatro libros) encuentro algo interesante. Pero lo que más me dejó ver que esa pequeña librería estaba bien organizada, fue su web (una manera cada vez más frecuente de evaluar a las empresas). 

La tenían bien estructurada pero, lo mejor para mi, fue que los dos libros que consulté en su archivo, correspondían con la realidad en la librería. Uno no estaba disponible y el otro sí, y así fue cuando acudí, además en los precios también coincidía. Finalmente, su corto periodo de espera cuando pido un libro y su aviso mediante SMS termina por cerrar el círculo.


Conclusión

La mayoría de las empresas nos tratan como si fuésemos estúpidos y que nos pueden engañar con promociones atractivas pero que luego no corresponden con la realidad. En unos casos por la letra pequeña y en otros porque parecen haber serios problemas de comunicación internos, donde nadie sabe lo que hace el otro departamento.

Antes de comunicar algo, habría que asegurarse que toda la empresa está informada para que todos los empleados, en mayor o menor medida, puedan resolver los problemas del cliente (que no deberían haber, o no en tanta cantidad).

  1. ¿También percibís esa falta de comunicación interna por parte de las empresas?
  2. ¿Es más importante captar muchos clientes aunque queden descontentos o más vale pocos pero satisfechos?
  3. ¿Conocéis más casos de pequeñas empresas que podrían darles valiosas lecciones a las grandes?
Gracias por leer. Espero vuestros comentarios y vuestras votaciones!



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